Ha terminado un curso que comenzó con gran incertidumbre. Nadie pensó que se desarrollase por completo presencialmente en el instituto, a excepción de la semipresencialidad que hemos tenido en 4º de ESO y 2º de Bachillerato.
Los contagios por el virus del COVID19 no han sido muy numerosos, han aparecido por rachas más o menos duraderas y han mantenido durante todo el curso con bastante intranquilidad a la comunidad educativa. A pesar de todo, el centro no ha cerrado sus puertas ni hemos tenido clases confinadas y, como siempre, esto ha sido posible gracias al profesorado y al alumnado, que han sido los únicos responsables del control de las situaciones de contagio y que, con su comportamiento y respeto a las normas de nuestro protocolo COVID, han logrado mantener los contagios a raya.
Las nuevas circunstancias vividas nos han obligado a adaptar algunas de las actividades desarrolladas, entre ellas las movilidades de los proyectos ERASMUS en los que participamos.
A mediados del curso pasado habíamos solicitado prórroga para dos de nuestros proyectos ERASMUS:
Así, hemos tenido este curso para terminar el proyecto ERASMUS KA101: APRENDIENDO DE EUROPA: CIUDADANÍA, IDIOMAS Y PATRIMONIO EUROPEO EN EL AULA
Y hemos adaptado las actividades del KA229 a acciones online con nuestro socio, el centro belga l’Ecole Internationale « Le Verseau », en Bierges, Bélgica, con el que tenemos movilidades de corta y larga duración.KA229 Construyendo EUROPA: Patrimonio, Cultura e Idiomas
En este proyecto, como decimos, debido a la situación provocada por la crisis epidemiológica, aplazamos las movilidades del alumnado de ambos países, pero adaptamos las mismas a la modalidad de "actividades virtuales". Se denomina así el conjunto de actividades de carácter telemático que
sustituyen a las movilidades presenciales (actividades de aprendizaje, enseñanza y formación). Según os dice SEPIE, "Con la realización de actividades virtuales se pretende dar respuesta a las restricciones a la movilidad de personas impuestas por la situación sanitaria actual". Véase el documento del SEPIE al que se refiere la cita y que establece cuáles son este tipo de actividades y su declaración en la MT.Así, el día 25 de junio, una vez finalizadas la clases, tuvo lugar un encuentro sincrónico telemático con el alumnado belga, nuestro socio en este proyecto. Para ello se citó al alumnado de 4º de ESO que había venido trabajando durante las últimas semanas en diversas actividades enlas que demostraron a la vez su motivación:- la Carta de presentación, en inglés o francés (incluyendo sus motivaciones para participar en este proyecto),
- el guión para la interacción oral con el alumnado belga el día de la videoconferencia (incluía una presentación personal, de nuestra ciudad y del centro así como preguntas para el alumnado belga).
alumnado trabajó junto a compañeros/as mentores de sus mismos niveles. A partir de estos talleres se sleccionará un 25% de alumnado de este perfil para formar parte de las próximas movilidades a Polonia (2º ESO) e Italia (3º ESO) que tendrán lugar durante el próximo curso académico 2021-22.
Termina un curso tan especial como difícil, expectantes ante el próximo, en el que seguro que la normalidad acabará llegando, ojalá más pronto que tarde.
No somos los mismos que empezamos en septiembre este curso. Lo que este curso hemos vivido nos ha ayudado a demostrarnos que podemos imponernos a las circunstancias adversas con confianza y resiliencia.
Este año no ha sido un camino fácil para mí pero ha constituido una experiencia de aprendizaje, en todos los sentidos. He profundizado en el conocimiento de mi, de mi fortaleza en los duros momentos y en el conocimiento de los demás. A esos que han estado y siguen estando a mi lado les debo mi más profundo agradecimiento. Han sosegado mi inquietud y me han procurado momentos de felicidad. A los que se fueron, por miedo, por falta de empatía, por las razones que tuvieran, no fueron imprescindibles y, en su lugar, han llegado otras personas.
A estas alturas de final de curso, solo me queda desear un futuro algo más previsible, sin emociones ni anécdotas más allá de las típicas que pueden vivirse en un centro educativo. Creo que nos lo hemos ganado, y quién sabe si el próximo curso será el primero en el que vivamos nuevamente esa añorada normalidad.
¡¡FELIZ VERANO!!