22 de diciembre de 2020

Una navidad diferente en un año distinto

Con la esperanza de un mejor año que este 2020 y el deseo de una feliz navidad, tan diferente a las de años anteriores, me despido este trimestre de todos vosotros y vosotras, mis lectores y lectoras de este blog. 

Circunstancias personales me han mantenido temporalmente alejada de mi labor docente y, por tanto, de escribir aquí, pero confío que el año 2021 nos traiga a todos la alegría que hemos perdido, en parte por la situación que vivimos en esta pandemia, la paz de saber que hemos salido de la misma y volvemos a disfrutar de los placeres más sencillos de la vida y, sobre todo, la salud necesaria para hacerlo.

Mi más profunda gratitud a mis compañeros y compañeras en este primer trimestre del curso, al profesorado del IES Ángel de Saavedra. Son un ejemplo de compromiso, profesionalidad y solidaridad y constituyen la mejor garantía de que, unidos, vamos a salir adelante y vamos a salir fortalecidos. Gracias también al alumnado y las familias que han afrontado con compromiso y responsabilidad las medidas adoptadas en el centro. También mi gratitud al personal no docente que nos facilita a diario que las tareas sigan desarrollándose en la normalidad de esta nueva situación. 

Disfrutemos de la mejor y más segura compañía estas fiestas, nuestra familia, y esperemos lo mejor para el próximo 2021, cuando todas las tormentas pasen y se amansen los caminos...



ESPERANZA (Alexis Valdés)

Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.

Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.

Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.

Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.

Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.

Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamas conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos

Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.

Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.

Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.

Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.

Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.


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